Bitácora de café

Todos tenemos esa bebida favorita con la que preferimos arrancar el día.
El café es una de ellas. Es esa bebida que acompaña momentos, nos recarga de energías o nos pone de buen humor. Puede significar también el complemento de una reunión de trabajo o la clave para mantenernos despiertos en horas de estudio.

¿Pero cuál es su origen?

Se trata de una bebida relativamente nueva, aunque no se sabe con precisión cómo es que se descubrieron los atributos del grano tostado de café.

Según la International Coffee Organization (ICO), existen muchas historias al respecto. Uno de esos relatos cuenta que a un pastor de cabras etíope le asombró el comportamiento que tenían las cabras después de haber mascado cerezas rojas de café.

Lo que se sabe con seguridad es que en el siglo XV ya existían plantaciones en Yemen y que fueron los árabes los encargados de su expansión por el mundo.

La cafeína es un compuesto químico que encontramos de forma natural en vainas de cacao, café, hojas de té y más.

La cantidad que contenga una taza depende de muchos factores, como el método de preparación, el origen del café y el tueste. También entra en consideración la bebida que preparamos regularmente, si es espresso, instantáneo o descafeinado.

En dosis moderadas, la cafeína tiene varios beneficios. Es un estimulante que reduce la fatiga, pero también actúa como un diurético.

Pero existen otros compuestos presentes, como la trigonelina y el cafestol, que junto con otros agregados hacen que podamos oler y saborear un buen café.

Podemos clasificar el tipo de café teniendo en cuenta distintos factores. Uno de ellos es en función del origen de la planta. Existen dos especies utilizadas y una tercera que resulta de la combinación de ambas:

• Café arábica (aromático)
• Café robusta (mayor contenido de cafeína)
• Combinaciones (que pueden ser en distintas proporciones)

Otro factor a tener en cuenta resulta del tipo de preparación que se lleva a cabo con los granos o si se lo acompaña con otros elementos, como la leche o el cacao:

• Expresso: café corto y solo.
• Ristretto: similar al expresso pero con menor cantidad de agua.
• Macchiato: el famoso «cortado», se le agrega un poco de leche.
• Americano: se prepara como el espresso pero se le agrega más agua.
• Latte Macchiato o café con leche: en proporciones similares.
• Capuchino: contiene solo un tercio de café, el resto es leche espumada y cacao espolvoreado por encima.

Para empezar, lo ideal sería comprar café en granos y huir del torrado.

La explicación es sencilla, este último en su proceso de tueste se mezcla con azúcar, lo cual forma una fina película encima de cada grano y le da ese color negro característico. De esa forma se pierden las cualidades naturales del café.

Elijamos siempre café natural.Es importante aclarar, que las cápsulas de café de calidad para Nespresso, como las de Macchiato y Gimoka que encontrás en ShopOn, solo contienen café puro, sin aditivos. No contienen agregados. Y a partir de ellas se obtiene un café exprés de alta calidad y exquisito sabor.

Ya sea que tengas una cafetera automática o un molinillo, la primera opción va a ser molerlo en casa, y justo antes de prepararlo para evitar que se oxide. El grano, cuanto más procesado más propiedades perderá. Es importante también conservarlo en recipientes herméticos y alejado del sol.

Una vez molido llega el turno de colocarle agua. Es la base de la infusión y como tal debe estar a la altura. Por tal razón optá por el agua de filtro o embotellada. De esta manera también prolongaremos la vida útil de la cafetera.

La temperatura debe ser siempre constante, entre 92-93°C, sin llegar al punto de ebullición.

En cuanto a la taza, lo clásico prevalece sobre la calidad. La porcelana es perfecta para mantener la temperatura por mucho tiempo, también funcionan la cerámica y el acero esmaltado. No así el vidrio o cristal, ya que pierden temperatura rápidamente.

Sabemos que se vienen unos lindos días de calor y qué mejor que un café frío y refrescante a la mañana, acompañado con unas tostadas con queso untable o unas frutas frescas cortadas.

Te compartimos algunas ideas para preparar este tipo de café

• Poner un hielo debajo de tu máquina de café para enfriar el líquido lentamente mientras se vierte en el vaso o taza. Esto además de enfriar el café acentúa el su sabor. Luego si es de su preferencia agregar leche batida en frío y agregar endulzases a gusto.
• Si preferís evitar esperar a que se enfríe, podés preparar el café como normalmente lo hacés y licuarlo en una licuadora con hielo a gusto, logrando que de una textura más parecida a un frapuccino.
• Un detalle muy importante, recordá que estás agregando hielo lo cual es más agua de lo que agregás comúnmente a tu café. Te aconsejamos que utilices la mitad de agua que acostumbras a usar para hacer el café frío y que te quede espectacular.

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¡A disfrutar!

Esta nota te acerca consejos para que puedas apreciar las cualidades de una infusión mundial, elegida a diario por millones de personas para sus actividades diarias.

El café suele crear un ambiente acogedor y merece un cuidado especial. Te va a demandar unos minutos extras, pero de esta manera vas a poder descubrir sus verdaderas cualidades.

Tomar un buen café equipara a regalarte un momento de excelencia que muy bien merecido te tenes.