Tipos de café

El arte de preparar café cobró una gran relevancia los últimos años. Es una profesión que surge como consecuencia del crecimiento de la industria del café.

A esta actividad se la conoce como barismo, y requiere de mucha práctica para aprender a preparar todas las variedades posibles de espresso.

Es que si de arte hablamos es porque existen tantos tipos de café que cada uno tiene su sabor, sus características y sus orígenes. La clave de poder apreciarlos y degustarlos está en su elaboración.

Este tipo de café tiene mayor cantidad de cafeína por volumen, por este motivo se sirve en tazas pequeñas (30ml aprox). Al tener menos líquido la concentración será mayor.

Para saber que está bien servido debemos observarlo:

• Aroma profundo: un buen espresso tiene un aroma intenso, en el que se pueden identificar las notas del grano.
• La crema que se forma en la superficie debe tener un color dorado oscuro, indicador de la frescura y calidad del café.
• Temperatura adecuada: debe estar caliente pero no demasiado.

El cortado contiene una medida de espresso más leche, pero la misma se vaporiza apenas sobre la superficie para darle textura. Luego se unifica la leche moviendo suavemente en forma de pequeños círculos. Para terminar, se vuelca sobre el espresso.

Esta técnica es la utilizada para darle forma a la leche espumada.

Este café se prepara con mayor cantidad de agua para lograr una taza de 50 a 90ml, lo cual dará como resultado un café más largo.

La palabra quiere decir restringido en italiano. Podríamos llamarlo “medio espresso” también. La medida de café es de 15ml, lo cual deja una extracción mas densa en comparación con el espresso. Esta particularidad hará que su sabor sea más intenso y que se forme una especie de crema en la parte superior, un café negro puro.

O manchado si lo traducimos al español, haciendo referencia a la marca que deja la leche en el centro del café. Los italianos supieron nombrar de una manera muy elocuente a los tipos de café según sus características más notorias.

Para su preparación se utiliza 30ml de café espresso y una cucharadita de café espumoso.

Las proporciones del café con leche son de 50/50. Mitad de café, mitad de leche. De las bebidas más populares en Argentina. Se lo suele confundir con el latte, cuyas medidas son de 30/70.

Este tipo de café se sirve sin decoración, aunque puede ser que el barista le agregue una capa cremosa por encima. El auténtico café con leche respeta las medidas y tiene una ligera capa bien clarita en la parte superior.

Para este tipo de café se usa una taza de 150 o 180ml. Se prepara el café espresso y luego se emulsiona o vaporiza la leche para darle un aspecto cremoso. Se vierte sobre el café y ¡listo! La clave es conseguir una buena cantidad de espuma.

Dato: Como poder se puede agregar antes de la leche un poco de canela o cacao a gusto, pero es una cuestión de resaltar sabores. Estas variaciones del cappuccino se sucedieron en lo que se conoce como “Olas de café”. El clásico cappuccino no lleva ninguno de estos adicionales.

O Moka. Una de las bebidas preferidas de aquellos que quieren un buen café, pero con un toquecito dulce. Lleva 2 de los ingredientes más consumidos.

Las proporciones del Mocca son:

• 2 espressos.
• Cacao o chocolate en polvo.
• Leche texturizada. (a 65°C)

Se dice que este tipo de café nació en la Segunda Guerra Mundial. Cuando los soldados estadounidenses ocuparon Italia y probaron su café espresso, sencillamente no pudieron con él. El fuerte sabor intenso era demasiado, así que le agregaron más agua para imitar el café de sus hogares.

Esta costumbre prevaleció en el tiempo y es tan sencillo de preparar que por eso se ha vuelto tan popular:

• Una base doble de espresso.
• Agua caliente (a gusto).

Este particular café se inventó en un aeropuerto hace unas décadas, casi sin querer.

El café irlandés tiene whisky, así que su sabor será bastante fuerte, un poco contrarrestado con el dulzor de la crema. Veamos sus ingredientes, por orden de preparación:

• Café espresso doble.
• 30 ml de whisky.
• Añadir azúcar a gusto.
• Decorar con crema de leche. Se le puede espolvorear un poco de canela o cacao, aunque no es necesario ya que la receta original no contiene estos ingredientes.